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Tutumas y jarritos

  • Foto del escritor: Ravier Endara
    Ravier Endara
  • 1 jun 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 18 jun 2019




Para ser sincero, no recuerdo cuando fue la primera vez que escuche de Popular, creo que lo vi en uno de los festivales de comida o en Facebook o en Instagram, el chiste es que se aproximaba el cumple de una amiga y propuse esta opción, les convenció y al ver su manejo de redes sociales, me puse entusiasmado.



Y pues me contacté mediante el Fb y pude reservar una mesa para la 1 de la tarde, al momento de llegar, nos atendió una mesera demasiado amable, es un buen comienzo, y al instante que nos sentamos nos ofrecieron un refresco de cortesía, en esta ocasión era Mocochinche. desde un principio sabes que será una experiencia demasiado buena, la música, el ambiente, el trato, ver como preparaban los platos, era perfecto, tenía ese toque de rustico, tradicional y frescura que te deja demasiado estúpido al ver lo perfecto del lugar. acto seguido, y hasta esperar a que lleguen los demás, nos pusieron marraquetita con escabeche en un jarrito y una llajua de ají amarillo, rico :3





Y después de eso, empezó a llegar lo bueno, de entrada nos pedimos Anticucho, y pues, que les puedo decir… vinieron con las entradas y… los platos eran piedras!!! siiii piedras !! con los anticuchos ensartados en las ramitas de una yerba aromática que se la conoce como Khoa, la cual posee un fuerte aroma y estaba quemada una puntita para que desprenda ese aroma y pues… con estos detalles ya me compraron, ósea era de enserio aman lo que hacen.



De ahí escogimos, Papas a la Huancayna y Pollo Frito. Para ser sinceros, las papas se veían un poco raras, después, ya dije, a ver, gordito, ten fe, y no pues, men que deli. estaba demasiado deli, con pedacitos de quesito frito, la salsa de maní en el fondo, verduritas como tomates cherry, el sabor era único, y los platos, los platos era como una versión mejorada de los platos de fierro enlozado de nuestras abuelas, o de esos que aún usan en los agachaditos.




Para el postre, había dos opciones, una que era Helado de Canela y Sandia, solo eso decía, pero después al ver la presentación y los sabores, te quedabas idiota, el helado era la cosa más deli de la vida, su sabor era súper intenso y el color era perfecto, tenía una Tawa Tawa con miel y una especie de dulce café, deli igual.



Yo escogí la sandía por curiosidad, y no pues, el plato era una tutuma, con un almíbar de limón súper refrescante con polvo de pasancalla y el caramelo en rejillas acompañaban muy bien y eran ideales para el clima.



En resumen, la experiencia, el sabor, todo era demasiado perfecto, el ambiente, la atención, no podía a ver pedido más. Mucha suerte, éxito en todo, porque es grato comer donde la gente hace lo que ama y hace amar a los demás.



Si deseas visitar este restaurant, esta entre las calles Murillo y Santa Cruz, en el centro de la ciudad, numero 826. Te paso sus redes sociales : Facebook Instagram,

Bueno gordos, vayan, disfruten, nos leemos en otra…

 
 
 

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